Cogimos unos prismáticos y una hoja. Los prismáticos los pusimos del revés y los orientamos en la dirección del Sol. Tenemos que ver la imagen del sol proyectada en el papel porque no se puede mirar directamente el Sol (si no, te pueden provocar daños las potentes radiaciones que emite). El eclipse fue parcial, y vimos la silueta del Sol como si fuese una Luna menguante. En Islandia, donde el eclipse fue casi total, se oscureció tanto el cielo que tuvieron la impresión de haber vivido un segundo amanecer.
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